domingo, 18 de septiembre de 2011

Granada, la ciudad encantada

El objetivo de nuestra escapada de fin de semana a Granada es conocer la Alhambra, adentrarnos en el pasado morisco de la ciudad, descubrir edificios emblemáticos, pasear por barrios, calles y jardines y, por supuesto, saborear su gastronomía

Viajes| 12/09/2011 - 09:00h
Panorámica de la Alhambra con Sierra Nevada al fondo Patronato de Turismo de Granada
FICHA TÉCNICA
País: España
Comunidad autónoma: Andalucía

Ciudad: Granada
Superficie: 88,2 km2 Población: 239.154 hab. (2010)
Clima: mediterráneo continentalizado con temperaturas frescas en invierno y calurosas en verano, con máximas que pueden sobrepasar los 35º
Idiomas: castellano
Ver mapa de la ciudad

Recursos para el viajero:
Turismo de la ciudad de Granada
Patronato Provincial de Turismo de Granada
Patronato de la Alhambra y el Generalife
Compra de entradas de la Alhambra



Granada es una ciudad que encandila. Su pasado morisco, con la Alhambra como máximo exponente, atrae a miles de turistas de todo el mundo ávidos por conocer su herencia cultural. Nosotros disponemos de un fin de semana para descubrir la esencia de la ciudad, e intentaremos aprovechar cada minuto al máximo.
Empezaremos nuestra visita en el barrio de Albaicín que, junto con el de Realejo, es uno de los más emblemáticos de la ciudad. Asentado sobre la colina que le da nombre, está considerado el último reducto árabe antes de que esta comunidad fuera expulsada de Granada y todavía hoy conserva parte de la muralla y de algunas de sus puertas. Recorriendo sus estrechos callejones, sus calles empinadas de casas encaladas y cármenes que evocan otros tiempos y olor a jazmín, comprendemos por qué el Albaicín, al igual que la Alhambra, son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
A lo largo de nuestro recorrido cuesta arriba nos detendremos a recuperar fuerzas en alguna de las tradicionales teterías andalusíes situadas alrededor de las calles Calderería Nueva y Calderería Vieja, para saborear la típica infusión acompañada de deliciosos pastelillos árabes. Proseguiremos la marcha y continuaremos callejeando hasta caer la tarde, momento en que nos acercaremos al mirador de San Nicolás para contemplar una espectacular puesta de sol sobre Granada y la Alhambra, considerada para algunos como una de las más bellas del mundo.
Podemos cenar de tapas o en alguno de los cármenes con vistas a la Alhambra convertidos en restaurante o acercarnos al Sacromonte. Este barrio, típicamente gitano, famoso por sus zambras o fiestas gitanas, sus cuevas con fachadas de cal -muchas de ellas convertidas en escenario de espectáculos flamencos-, nos ofrece una visión singular. En el Sacromonte podemos disfrutar de bares con gastronomía típica de la zona y apurar la noche hasta altas horas de la madrugada.
La Alhambra
Dedicaremos nuestro segundo día a visitar la perla de Granada: la Alhambra. La gran afluencia de público –el año pasado fue el monumento más visitado de España- hace recomendable comprar las entradas con antelación, con el fin de evitar sorpresas desagradables. La antigua ciudad amurallada, considerada la máxima expresión del arte musulmán en Europa, es un impresionante monumento cuya construcción se inició en el siglo IX y que tiene su máximo esplendor entre los siglos XIII y XVI con la monarquía nazarí y el reinado de Carlos V.
Nuestra visita empezará a primera hora, con lo que evitaremos aglomeraciones, y nos ocupará como mínimo toda la mañana. Nos esperan la Alcazaba –la zona defensiva y más antigua de la Alhambra, formada por tres torres, desde donde podremos disfrutar de hermosas vistas de Granada, sus alrededores y Sierra Nevada- los palacios y los jardines del Generalife.
La belleza del conjunto, construido en arcilla rojiza (al-Hamra en árabe), color que le da nombre, deja sin aliento. El recorrido por los Palacios Nazaríes formado por el de Mexuar, el de Comares y el palacio de los Leones permiten viajar por tres épocas distintas. Es precisamente en éste último, construido por Mohamed V, donde podremos contemplar la zona de ocio de los reyes y el harén y el espectacular Patio de los Leones, con la famosa fuente de mármol blanco con doce leones surtidores situada en el centro.
No abandonaremos la Alhambra sin visitar el Generalife, la villa rural que los reyes musulmanes de Granada utilizaban como lugar de descanso y que combinaba edificaciones, jardines ornamentales y huerto, que servía para surtir de alimentos a la corte. Hoy, el Patio de la Acequia, con sus surtidores y el olor intenso de su vegetación, une los dos conjuntos de edificaciones que lo conforman. Podemos acercarnos hasta el Patio del Ciprés de la Sultana, que según la leyenda esconde amores furtivos de la esposa de Boabdil y subir hasta la Escalera del Agua. Al final de ésta, en el punto más alto del Generalife descubriremos el mirador romántico, construido en la primera mitad del siglo XIX en estilo neogótico.
La catedral y el barrio del Realejo
Cambiamos completamente de escenario. Nuestro siguiente destino es el centro de la ciudad, donde visitaremos la catedral de Granada, considerada la primera iglesia renacentista de España. Construida por deseo de la reina Isabel la Católica, el templo se erige sobre el solar que en su día ocupaba la Mezquita Mayor. Se caracteriza por sus cinco naves interiores separadas por pilares y cubiertas por bóveda de cañón y su portalada exterior a modo de arco de triunfo. Junto a la catedral encontraremos la Capilla Real que es ni más ni menos que el sepulcro de los Reyes Católicos.
Alrededor de la catedral hallaremos una zona ideal donde callejear, entre locales típicos y centenarios; desde tiendas con encanto donde podremos comprar recuerdos de la ciudad, hasta tabernas y bares donde saborear deliciosas tapas. Y es que en Granada, el tapeo se convierte en un auténtico arte y es posible practicarlo en otros muchos puntos de la ciudad, como en el Realejo, el antiguo barrio judío.
Si nos acercamos al Realejo, uno de los barrios más característicos granadinos y poblados, compuesto por un entramado de calles con sabor propio, habremos hecho una buena elección. Su centro neurálgico y punto de reunión por excelencia es el Campo del Príncipe y puede ser un sitio excelente para cenar saboreando las especialidades granadinas o simplemente para refrescarse y tomar algo en alguna de sus terrazas. El barrio cuenta también con edificios históricos como la iglesia de Santo Domingo, el convento de las Carmelitas Descalzas, la Casa de los Tiros o la iglesia de San Cecilio, que custodia una imagen de la Virgen de la Misericordia –conocida popularmente como 'la Greñúa'-.
... y los baños árabes
Aprovecharemos nuestro último día para acercarnos hasta el monasterio de San Jerónimo, una construcción que fue iniciada en 1946 en estilo gótico, pero que acabó siendo renacentista, algo que se percibe al admirar la edificación. Esta visita cierra nuestro recorrido turístico por Granada. Nuestra próxima parada será par disfrutar de una hammam o baño árabe.
Por unas horas emularemos a los habitantes del Reino de Granada relajándonos a base de baños de agua fría y caliente, masajes y aromaterapia. Y es que para ellos acudir al hammam era una práctica habitual que superaba las razones higiénicas –eran extremadamente limpios y cuidadosos en el vestir-, convirtiéndose en un acto social. Nuestra elección es el Aljibe de San Miguel, en el barrio de la Magdalena, y nuestra experiencia nos servirá para abandonar la ciudad encantados con la experiencia y con fuerzas renovadas para emprender el regreso.

Información adicional / curiosidades

- Moneda: euro
- Pasaporte: DNI o pasaporte en vigor para los ciudadanos de la UE.
- Aeropuerto: Federico García Lorca Granada-Jaén. Se encuentra a a 15 km. de la ciudad por la autovía A-92, en el término municipal de Chauchita.
- Alojamiento: la ciuda cuenta con establecimientos de todo tipo y para todos los bolsillos. Además de los clásicos hoteles, una opción original puede ser hospedarse en viejos cármenes reconvertidos en agradables establecimientos hoteleros.
- Gastronomía: Granada es una ciudad donde se come muy bien. Muchos de sus platos conservan la herencia árabe, con la presencia de especias. Entre sus especialidades típicas sobresale la tortilla del Sacromonte, elaborada con criadillas y sesos de cerdo, las habas fritas con jamón, las migas, el choto frito con ajos, la olla de San Antón y, cómo no, el gazpacho. La ciudad destaca también por sus tapas, con pescados rebozados, embutidos como el jamón de Trevélez o los caracoles. Existe una fruta granadina por antonomasia, la granada, que crece en cármenes y jardines.
- Dónde comer: existe un grandísimo número de restaurantes y bares en toda la ciudad donde comer o tapear -esto último permite comer cantidad a muy buen precio-. Encontraremos distintas zonas de tapeo junto a la catedral o en centro, en el Albaicín, el Realejo y la zona universitaria del barrio de la Chana (ver mapa)
- Compras: cerámica de Fajalauza (conocida con este nombre en honor a la puerta medieval de la ciudad que daba acceso al barrio de los alfareros), taraceas, guitarras hechas a mano y embutidos, entre otros productos.
- Flamenco: los barrios más típicos para asisitir a un espectáculo son los de Albaicín y Sacromonte (éste último realiza muchas actuaciones destinadas a turistas).
A tener en cuenta:
- La visita a los Palacios Nazaríes sólo puede hacerse en la franja horaria que indica el billete de entrada. La visita noctura es espectacular.
- La Alhambra posee diez mil frases escritas en techos y paredes, de las que se han descifrado un tercio. Entre ellas hay desde fragmentos de poesía a versos del Corán, aforismos y eslóganes.
- Si deseas visitar la catedral, debes tener presente que los domingos y festivos por la mañana está cerrada.

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